Fotos PNC.
En un golpe a clicas y grupos de sicariato, equipos policales de Investigaciones de la Delegación de San Miguel, apoyados por equipos de la Unidad Táctica Especializada Policial (UTEP) también conocidos como Jaguares, arrestaron e intimaron a un total de 67 individuos.
Estos sujetos, arrestados durante la madrugada de este jueves, son acusados de acabar con la vida de hombres y mujeres, además de tráfico de droga, y otros crímenes.
Entre los arrestados se encuentra el principal distribuidor de estupefacientes en la zona y el financista de la agrupación pandilleril, un estudiante universitario que administra reconocidas discotecas y bares de la cabecera San Miguel.
Las autoridades policiales además reportan la captura de cinco integrantes de una agrupación dedicada al asesinato por encargo.
La operación incluyó el allanamiento de tres centros nocturnos y la incautación de droga, armas de fuego, celulares y dinero en efectivo.
Mediante estas capturas, producto de un operativo de dos días que se extendió por Chirilagua, Comacarán y San Miguel, las autoridades resolvieron, al menos, 18 crímenes.
Entre las víctimas se encuentra un empresario y un profesor jubilado, entre otras personas. También se han resuelto casos como conspiraciones, extorsión, tráfico ilícito de droga y organizaciones terroristas, detalla la Policía.
Capturas importantes:
Dos de los principales detenidos son Pablo Alberto Mendoza Jovel, alias «Seco», el principal encargado de la distribución y venta de marihuana de la pandilla, y Pablo Mauro Enrique Cueva Orellana, alias «Buho», administrador de los locales allanados anoche y esta madrugada, y quien está detrás del financiamiento de las actividades de los criminales.
Mientras que los acusados de conformar un grupo de sicarios son Ernesto Guevara Pleytez, Alexander Reyes Berrios, Melvin Adonay Oliva Fuentes y Fredis Isaac Amaya Bonilla, a quienes las autoridades les decomisaron un fusil, una escopeta, un arma corta, munición, celulares, binoculares y un sombrero camuflado. Estos sujetos delinquían en Chirilagua.
Las intimaciones corresponden a reclusos que guardan prisión en diversos centros penales del país.