Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos detectaron un nuevo brote del virus llamado Chapare, el cual lleva el mismo nombre de la provincia boliviana donde se registró por primera vez en 2004.
Dicho virus se puede contagiar de persona a persona, algo que eleva la preocupación ante posibles futuros brotes.
Los expertos afirman que solo sabían que este virus se transmite por el contacto con la orina o excrementos de ratas. Sin embargo, se investigó un pequeño brote ocasionado en 2019, cuando se registraron cinco infecciones y tres fallecimientos, reflejando el elevado índice de letalidad.
En su investigación, presentada ante la Sociedad Americana de Medicina e Higiene Tropical (ASTMH), los científicos estudiaron una línea de transmisión: un agricultor de arroz de 65 años habría contraído la enfermedad al estar en contacto con roedores, luego contagió a los médicos que lo atendieron.
Los especialistas determinaron que un doctor de 25 años que cuidó al paciente se enfermó a los nueve días, y lo mismo le ocurrió al gastroenterólogo que le hizo una endoscopia a su colega infectado. Como resultado, los tres fallecieron.
Además, un técnico de ambulancia que realizó una reanimación cardiopulmonar al paciente inicial, sumado a otro agricultor, también se contagiaron, pero sobrevivieron. Por otro lado, se detectó carga viral en el semen de un sobreviviente 168 días después del contagio, lo que abre la posibilidad de la transmisión sexual, aunque todavía deben avanzar los estudios.
Hasta la fecha no existe tratamiento específico para las afecciones que genera el Chapare, los pacientes que padecen de esta enfermedad únicamente podrían superarla en cuidados intensivos.
Los síntomas de este arenavirus son similares al Ébola: puede causar fiebre, dolor de cabeza, malestar en los abdominales, sarpullido, insuficiencia orgánica y hemorragias, potencialmente mortales.
Sobre el riesgo de propagarse una enfermedad en gran escala, los especialistas afirman que es poco probable. En la actualidad se sabe que los roedores que transmiten el arenavirus son ratas de arroz pigmea, que habitan en Bolivia y otros países vecinos. Además, se estima que esta clase de virus son vulnerables al calor y los desinfectantes.
Los científicos, temen que el Chapare haya circulado en los últimos años en el país sudamericano y que los contagios fueran diagnosticados de forma errónea como casos de dengue.