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Por: Agencias
28 agosto, 2018

“Mamá, soy gay», le reveló Jamel Myles, de 9 años, a su madre, Leia Pierce en el inicio de estas últimas vacaciones. La confesión llegó mientras ambos iban en el vehículo familiar. «Estaba tan asustado. Y le dije: ‘Aún te amo'», le dijo ella mientras conducía y lo miraba por el espejo retrovisor.

Pero ese terror que tenía el pequeño de manifestarse públicamente a tan temprana edad no era por su madre, sino por lo que le pasaría en el colegio. Sabía que sería víctima de un cruel y despiadado bullying por parte de sus compañeros de cuarto grado del Joe Shoemaker Elementary School en Denver.

Pero pese al temor que tenía, Jamel quería contarles a sus compañeros. «Fue a la escuela y dijo que le contaría a la gente que era gay, porque él estaba orgulloso de sí», contó su madre en diálogo con la cadena de noticias Fox Denver.

Durante el verano, el niño le avisó además a la madre que quería comenzar a vestirse más como una mujer. Que entendía que ella le comprara ropa de varón, pero que él se sentía mucho más cómodo vistiendo como una niña.

El lunes pasado retomó las clases en su colegio. El jueves, al regresar a su casa, se suicidó. «Cuatro días es todo lo que le tomó estar en la escuela. Puedo imaginar qué le dijeron. Mi hijo le contó a su hermana más grande que los niños le decían que se matara. Estoy triste de que él no viniera a mí», dijo Leia. «Estoy enojada porque él pensara que era la única opción».

El Distrito Escolar de Denver indicó que provee soporte psicológico a la familia del pequeño Jamel. Y un comité de crisis trabaja en la institución educativa.

«Deberíamos tener mayor responsabilidad por el acoso escolar. Creo que los niños deberían tenerla. Porque saben que está mal. Ellos no querrían que alguien se los hiciera. Creo que los padres son responsables porque, obviamente, les están enseñando a ser así, o los están tratando de esa manera», dijo furiosa la madre del pequeño niño. (Infobae)

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San Salvador, El Salvador

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