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Debido al incremento de casos positivos a COVID-19, las autoridades sanitarias de Japón declararon estado de emergencia por lo que se suspendió, por segundo año consecutivo, la disputa del Gran Premio de Fórmula 1 que se tenía previsto desarrollar en la nación del sol naciente. 

“Ha sido una decisión muy dolorosa, frustrante y decepcionante. Nos estábamos preparando para celebrar el Gran Premio de Japón de F1 por primera vez en dos años, pero no tuvimos más remedio que cancelarlo”, dijo en un comunicado Kaoru Tanaka, presidente de la empresa Mobilityland, propietaria de las instalaciones donde se realizaría el GP Japón.

Debido a que no se puede garantizar la seguridad de quienes ingresen a la nación nipona, las autoridades sanitarias decidieron suspender la competencia que se tenía previsto desarrollar entre el 8 y 10 de octubre próximos en el circuito de Suzuka.

Aunque Japón es una de las naciones que más ha trabajado para contener los contagios de COVID-19, la aparición de nuevas variantes dificulta las labores de los funcionarios sanitarios, lo que ha obligado a tomar decisiones drásticas como suspender la competencia de la máxima categoría del deporte motor.