Por: Francisco Narváez

(Foto/cortesía)

La selección de fútbol playa femenina regresó  esta semana a los entrenamientos con el objetivo de preparar su participación en los II Juegos Mundiales de Playa Bali 2023, que se realizarán del 5 al 12 de agosto.

Elías Ramírez, entrenador del combinado nacional, aseguró que la labor en este nuevo proceso tiene como objetivo hacer una presentación competitiva y que muestre el nivel futbolístico que ha alcanzado la modalidad en la región y, más aún, el crecimiento en la rama femenina en el balompié de playa salvadoreño. 

“Contamos con un grupo sólido, es una selección femenina que ya tiene un par de años de estar entrenando y compitiendo juntas,  son pocas las variantes que hemos tenido que hacer. Ese es el éxito de este grupo y que cumple con nuestro método de trabajo”, explicó Ramírez.

Cumpliendo con su metodología, el estratega incorporó esta semana a dos jugadoras que no venían siendo habituales en los microciclos. Una de ellas es la pívot de BS-UES, Yamileth Roscala, quien estuvo fuera de actividad deportiva por una lesión en uno de sus dedos del pie derecho.

“Hemos llamado para esta semana a (Yamileth) Roscala, jugadora del equipo escarlata, de la Liga de Fútbol Playa (LFP). Ella ha formado parte de la selección en procesos anteriores, no contábamos con ella por ese inconveniente, lo bueno es que ya está de vuelta”, aseguró Ramírez.

Otra de las novedades fue la llegada de Emely Pérez, hermana menor de la goleadora de la selecta Fátima Pérez y pívot de Barra de Santiago, quien recibió la llamada a entrenar con la azul y blanco por primera vez.

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San Salvador, El Salvador

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