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A través de un escueto comunicado, el expresidente prófugo de la justicia, Salvador Sánchez Cerén, negó las acusaciones de la Fiscalía General de la República (FGR).

El miembro del FMLN, y actual ciudadano nicaragüense, asegura que las acciones que la Fiscalía está llevando a cabo en su contra son una “persecución política”.

“No poseo bienes muebles, inmuebles, ni vehículos de mi propiedad. Lo único que la Fiscalía me ha congelado es la cuenta bancaria donde el INPEP me depositaba la pensión, por lo que estoy imposibilitado de acceder a la misma, privándome de los medios de mi manutención”, dijo Cerén.

Luego agrega: “Por el respeto que todo el pueblo merece solicito que los señores fiscales presenten las pruebas a la población y cesen los actos difamatorios en mi contra. Si de algo puedo enorgullecerme es de carecer de riquezas materiales… por ello exijo las aclaraciones y cese la persecución política en mi contra”.

Ayer, la FGR incautó bienes y cuentas bancarias al expresidente Sánchez Cerén, valuados en $1.2 millones.  Lo confiscado consiste en un lujoso inmueble, tres vehículos y la inmovilización de dos cuentas bancarias propiedad del expresidente.

La FGR detalló que los bienes también se encuentran registrados a nombre de William Oswaldo Vaquero León, yerno de Sánchez Cerén, quien también fue nacionalizado como nicaragüense para tratar de evadir las leyes salvadoreñas.

El ministerio público acusa al exmandatario salvadoreño por los delitos de lavado de dinero y activos y peculado, junto a 16 exempleados de Casa Presidencial y personas particulares, quienes entre 2016 y 2019 se apropiaron ilegalmente fondos públicos.