En las redes sociales se difundió un vídeo de un bautizo que generó indignación y provocó la suspensión del sacerdote que ofició esa ceremonia.
Las imágenes muestran cómo el sacerdote sumerge al menor en la pila bautismal mientras el bebé no para de llorar hasta que la madre del menor interrumpe el proceso y trata de agarrar a su hijo, pero el cura se lo impide.
La mamá del bebé relató a un medio local que esa ceremonia individual se celebró el pasado 10 de agosto en Gátchina, ciudad de San Petersburgo, Rusia, a cambio de unos 55 dólares.
La mujer afirmó que su hijo de un año resultó herido y sufrió un trauma psicológico por las acciones del sacerdote, «tiene arañazos en el cuello y el hombro» y «ahora tiene pánico a todo», declaró.
El sacerdote conocido como Focio, declaró que no hizo nada peligroso ni extraordinario durante la ceremonia y culpó a la mamá de alarmarse sin razón porque «tal vez esté aburrida o tenga mucho tiempo libre».