Por: Francisco Narváez

Rex, con apenas un mes de vida, se «incorporó» a las filas de la Policía Nacional Civil (PNC) con sede en el municipio de Tonacatepeque, en el departamento de San Salvador.

Hoy en día, es un cachorro de casi un año, juguetón con quienes portan el uniforme azul negro o verde olivo. Huele y roza las botas. Es la primera acción que ejecuta el perrito a la hora de hacer el ingreso a las instalaciones donde permanecen los agentes de la autoridad. Similar acción ejecuta con personas particulares.

Como todo buen «oficial canino», Rex acompaña a las patrullas policiales desplegadas en la subdelegación de Tonacatepeque.

Adicionalmente, se mantiene vigilante fuera de las instalaciones donde pasan la noche los uniformados.

Es tal la admiración, tanto de policías como de particulares, que un estudiante de arquitectura de una universidad particular le construyó una casita de madera en la cual la mascota reposa, y que se encuentra justo a la entrada de la guardia, lugar donde se mantiene el personal policial que atiende al público y sus peticiones.

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San Salvador, El Salvador

Redacción

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