El enviado especial del Gobierno de los Estados Unidos a Haití, Daniel Foote, renunció en las últimas horas por considerar que el trato hacia los migrantes es «inhumano» en la frontera sur del país norteamericano.
«No seré asociado con la decisión inhumana y contraproducente de EE. UU. de deportar a miles de refugiados e inmigrantes ilegales haitianos a Haití», detalla la carta de renuncia.
En el escrito, Foote añadió que en Haití «los funcionarios estadounidenses están confinados en recintos seguros debido al peligro que representan las bandas armadas que controlan la vida diaria».
En enviado, también afirmó que la política estadounidense hacia Haití tenía graves defectos y que siendo él un representante de Estados Unidos en la nación haitiana, realizaba recomendaciones que habían sido ignoradas y desestimadas.
«La creciente migración a nuestras fronteras solo crecerá a medida que se sume a la miseria inaceptable de Haití», agregó Foote.