Los jugadores del Barcelona Fútbol Club pasaron una prueba que demuestra la valía y la madera de un equipo que quiere ser campeón.
Los blaugranas sufrieron lo indecible ante un Celta de Vigo que planteó un partido maestro, soberbio, brillante y que resultó por muchos momentos, una paridad de fuerzas brutal.
¿Y el resultado? Dos escuadras que se desgarraron, siete goles, y el marcador acabó por favorecer al líder de La Liga con un 4-3 épico y que bien puede definir el rumbo de la presente campaña.
Ferrán Torres abrió el marcador en lo que parecía ser un partido ‘a modo’ para el conjunto catalán que, después, se vio rebasado por el planteamiento de los gallegos, inspirados en su visita a los blaugranas, logrando ponerse 1-3.
Borja Iglesias fue el más inspirado de todos los jugadores del Celta al lograr un increíble triplete (los segundos dos tantos en la parte complementaria) para poner contra las cuerdas a los locales.
Sin embargo, Hansi Flick, director técnico del Barcelona, ordenó el ingreso de Lamine Yamal y Dani Olmo y justamente ellos dos se encargaron de enderezar un barco que se escapaba, el segundo puso el segundo a pase del primero y Raphinha anotaría después un doblete en minutos frenéticos que los líderes de LaLiga tuvieron para dar una remontada épica.
Eso sí, al Barcelona le costó caro el triunfo ya que está a la expectativa de ver cuán grave es una lesión sufrida por el delantero polaco Robert Leewandowski.