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El ministro de Salud Pública de Cuba dijo, este domingo, que se están haciendo grandes esfuerzos para reiniciar la principal fábrica de oxígeno del país, que se había descompuesto en medio de una nueva oleada de contagios en la isla, cuando el número de muertos diarios por COVID-19 llegó el sábado a 98.
De acuerdo con la agencia Reuters, los casos diarios promedian entre 8,000 y 9,000 y las muertes rondan las 70 diarias, bajo para los estándares internacionales, pero alto para Cuba, que el año pasado tuvo una tasa de mortalidad del 0,67% de los casos.
Hasta el sábado, Cuba había reportado 577,668 casos y 4,023 muertes. La crisis de salud hizo que la economía cayera un 10,9% el año pasado, y un 2% adicional hasta junio en comparación con el mismo período del año pasado, ha provocado una escasez de bienes de consumo y los nervios tensos en los países comunistas.
Incluso, los residentes y parte del personal médico han recurrido a las redes sociales para quejarse del tratamiento en una tierra que se enorgullece de la calidad de su sistema de salud gratuito.
El país de 11,2 millones de habitantes ha vacunado completamente a tres millones con vacunas que han sido elaboradas en la isla, y se espera que otros dos millones reciban una última inyección antes de septiembre.