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Para la próxima semana se prevé que los precios del petróleo se incrementen aún más, debido a los retrasos en la conclusión de las conversaciones nucleares iraníes y el posible regreso del crudo de Irán a los mercados mundiales.

Dichas conversaciones quedaron estancadas tras la exigencia de garantías de Rusia a Estados Unidos de que las sanciones por el conflicto con Ucrania no afectarán el intercambio comercial con Teherán. 

El secretario de Estado, Antony Blinken, ha respondido a Rusia que las sanciones no tienen nada que ver con un posible acuerdo nuclear con Irán.

La semana pasada, el índice de referencia Brent subió un 21% para cerrar en 118,11 dólares el barril y el crudo estadounidense ganó un 26% para cerrar en 115,68 dólares, niveles no vistos en 2013 y 2008, respectivamente.

«Irán era el único factor bajista real que se cernía sobre el mercado, pero si ahora el acuerdo iraní se retrasa, podríamos tocar fondo mucho más rápido, especialmente si los barriles rusos permanecen fuera del mercado por mucho tiempo», dijo Amrita Sen, cofundadora de Aspectos energéticos, un grupo de expertos.

Se proyecta que el lunes el precio Brent suba a $125 por barril de crudo, acercándose rápidamente a un máximo histórico de $147, visto por última vez en 2008.

Mientras que los analistas de JP Morgan dijeron esta semana que el petróleo podría dispararse a $185 por barril este año.