Por: Agencias

Foto: Medios Locales.

Mar de Plata, Argentina.— En las últimas horas se hizo viral la foto que compartió en su estado de Whatsapp, un pastor que estaba preso,  en la que una mujer, precisamente la novia de su compañero de celda, lo está besando. 

El pastor Alejandro Claudio Guerrero (37) alojado en la Unidad 32 de Florencio Varela, en una de sus tantas salidas transitorias de la cárcel, al cumplirse las 24 horas permitidas, no solo que no regresó al penal, sino que horas más tarde subió a las redes sociales una foto en la que se lo ve junto a la novia de un compañero de celda. En la imagen, difundida en un estado WhatsApp, se le ve con una mujer que lo besa en lo que aparenta ser una cama. 

Todo ocurrió, luego de compartir la foto en la que la pareja de su «amigo» lo está besando. Tras la difusión de la selfie, Guerrero ya recibió intimidantes amenazas de otros detenidos que juran venganza.

En pocos minutos la noticia llegó a la prisión donde están los presos cristianos, quienes están indignados, y ya le advirtieron que si llega a ingresar otra vez al penal, «le harán pagar» la traición.

Y es que el pastor Alejandro había formado una amistad con otro detenido, compañero de celda, que llegó a la cárcel por cometer robos, y había elegido encomendarse a Cristo luego de recuperarse de una enfermedad que lo llevó al filo de la muerte. La amistad se forjó a tal punto que este último le presentó a su pareja. 

Así fue que los tres pasaron a compartir ratos los días de visita, pero en mayo pasado, Alejandro fue trasladado a otra unidad carcelaria, en tanto su compañero continuó en La Plata. 

De tal manera, Alejandro, al seguir en contacto con la mujer de su amigo, le pidió como favor que le dejara fijar la dirección de su casa ante su Juzgado, ya que ese es uno de los requisitos solicitados para los que están a punto de recibir el beneficio de la salida transitoria.

Al tiempo, el religioso compartió la foto en la que se lo ve junto a la mujer de su compañero en una cama. En escasos minutos la imagen se difundió entre los detenidos evangelistas de todas las unidades que ya le dejaron claro lo que le espera si lo vuelven a cruzar. 

Alejandro fue a prisión por haber cometido una serie de robos. Su comienzo en el ambiente delictivo fue a los 10 años cuando vivía en la calle y consumía cocaína. «Sustraía bolsos, billeteras. Tiré muchas personas a las vías, para robarles. Al que se resistía, lo empujaba del tren. No sé si alguno habrá muerto», detalló a un medio local.

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San Salvador, El Salvador

Redacción

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