Pandilleros de la Mara Salvatrucha que operaban en el departamento de Ahuachapán dejaron por escrito los detalles y las causas por las cuales asesinaban a sus víctimas.

Así fue como tramaron asesinar el 16 de noviembre del año 2017, a Óscar Atilio Álvarez Escamilla, un agricultor que residía en el cantón El Roble, en Ahuachapán.

Las investigaciones para esclarecer este crimen se hicieron mediante escuchas telefónicas y el apoyo de un testigo criteriado, quien aportó datos para establecer que el “pecado” de la víctima fue recibir en su vivienda a agentes policiales que patrullaban en la zona y ofrecerles café.

Eso hacía sospechar a los criminales que él era quien aportaba información para que los miembros terroristas fueran capturados.

En este asesinato participó Oseas Alberto Sánchez Cantaderio, quien fue encontrado culpable por el Juzgado Especializado de Sentencia de Santa Ana y condenado a 20 años de prisión por el referido homicidio agravado. Además, le impusieron cinco años más por el delito de agrupaciones ilícitas, luego de que se estableciera su participación en la estructura terrorista.