Por: Santiago Hernández

Foto: cortesía

Un sacerdote demostró tener el temple necesario para pastorear a su rebaño en los momentos más difíciles. 

Durante el fuerte sismo de magnitud 6.3 que sacudió el territorio salvadoreño, el padre Edwin Henríquez, de la parroquia Divino Niño, calmó a su feligresía y evitó que salieran en desbandada.

La cámara de video que transmitía la misa en redes sociales captó el instante cuando comenzó el fuerte sismo, mientras el sacerdote oficiaba la misa de hoy.

El religioso no se inmutó, continuó oficiando la misa con normalidad hasta que el movimiento trepidante fue más violento.

Cuando el sismo era más intenso, el sacerdote comenzó a rezar un padre nuestro y los presentes lo siguieron en la oración.

Al poco tiempo, el sismo comenzó a reducir su intensidad y la misa pudo continuar sin incidentes qué lamentar.

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San Salvador, El Salvador

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