Por: Agencias

El Comité Olímpico Internacional (COI) cedió este martes finalmente a las presiones de federaciones y gobiernos y confirmó en un comunicado que los Juegos Olímpicos de Tokio se posponen «hasta el verano del año 2021, como muy tarde» a causa de la pandemia de coronavirus causante del COVID-19.

Tras el pedido de postergación de numerosos comité olímpico de varios países -incluido el estadounidense el lunes por la noche- y el anuncio de que delegaciones como la canadiense o la australiana no irían a Tokio, la estocada final a la intención del COI de mantener la fecha original de los Juegos para el próximo 24 de julio se la dio el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

En una videollamada con el presidente del COI, Thomas Bach, Abe le solicitó este martes retrasar un año la mayor cita deportiva mundial. «Japón, como país anfitrión, bajo las actuales circunstancias, ha propuesto que (el COI) estudie si se puede aplazar en cerca de un año (los JJOO) para que los atletas puedan tener la mejor condición», dijo el primer ministro más tarde en declaraciones a los periodistas.

En principio, Japón no debería sufrir un gran batacazo por el retraso. Con el 98% de las instalaciones ya construidas, oficialmente el país se ha gastado 12.600 millones de dólares en la organización (6.700 en sedes y 5.800 en infraestructuras) y, aunque algunas estimaciones apuntan a que el desembolso real puede haber superado los 25.000 millones, éste no ha mermado los presupuestos nacionales.

El COI se enfrenta a lo desconocido desde que es el actual COI. Es cierto que hubo suspensiones y cancelaciones en sus primeras ediciones y en las Guerras Mundiales, pero nunca había ocurrido algo parecido en los tiempos modernos. Y ahora muchos contratos están en el aire. Un 73% de los 5.700 millones de dólares de ingresos del COI en el último ciclo olímpico (2012-2016) llegaron a través de los derechos televisivos y todas las cadenas del mundo, especialmente la estadounidense NBC -que pagó 4.380 millones por las cuatro ediciones entre 2014 y 2020- ya habían vendido sus espacios publicitarios para los Juegos. Ahora tendrán que renegociarlos y quizá reclamarán una compensación el COI por no cumplir con la fecha acordada.

Luego quedan detalles por aclarar entre el COI y el Comité Organizador que quizá no sean nimios. Por ejemplo: la Villa Olímpica. Como pasó en ediciones anteriores de los Juegos, los apartamentos destinados a deportistas y prensa fueron vendidos hace meses a particulares y este mismo octubre, al acabar la competición, debería empezar su adecuación para poder ser entregados antes de 2023. Serán 5.600 pisos ubicados en 23 edificios de la bahía de Tokio, que también acogerán tiendas, una escuela o una estación de bomberos. Suspender los Juegos hasta 2021 significa retrasar la entrega de llaves un año, es decir, renegociar miles de contratos de compra. (Agencias)

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San Salvador, El Salvador

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