Lionel Messi pasó de marcar un golazo de larga a distancia a fallar un penal que ahogó al Barcelona que creí en que la remontada era posible. Pasó de héroe a villano en tan solo unos minutos.

El gran juego del Barcelona y el mal partido del PSG invitaban a pensar que la remontada podría suceder, sobre todo después que el equipo visitante se puso arriba en el marcador y, justo antes terminar el primer tiempo, le pitaron un penal a favor que Messi no supo cobrar.

Toda la primera parte fue del Barcelona, y tras el golazo de Messi en el minuto 37 tomaron más fuerza y se vieron más cerca del segundo con un constante asedio sobre el área del PSG. Fue así que llegó el penal cometido sobre Antoine Griezmann.

Messi se puso frente al balón y parecía que la remontada estaba más cerca que nunca, pues el partido se pondría 5-3 en el global antes de ir al descanso. Era el minuto 47. Sin embargo, Messi no supo cobrar el penal y Keylor Navas agigantó su figura para sostener a un PSG que se vio arrollado en los primeros 45 minutos.

Luego, en la segunda mitad, el Barcelona ya no fue tan intenso y el PSG se paró mejor en el terreno de juego y todo acabó con un empate de 1-1 y un global de 5-2.