Por: Gerson Villalta

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Un médico forense contó, a través de un video publicado por un creador de contenido, su testimonio cuando vivió una experiencia inexplicable en plena madrugada dentro de una morgue de Honduras.

El profesional de la salud, quien prefirió mantenerse en el anonimato, narró que todo ocurrió durante una intensa noche de tormenta, cuando se encontraba solo en las instalaciones, finalizando informes rutinarios alrededor de las 2:00 a. m.

Fue esa noche cuando ando ingresó el cuerpo de una joven que no superaba los 20 años, fallecida en un accidente de tránsito.

«Cuando la vi, sentí algo muy extraño, como que ella todavía estaba ahí», contó el forense, asegurando como una de las experiencias que jamás ha experimentado en años de labor.

Al concluir su labor, colocó el cuerpo en la cámara frigorífica y continuó con sus tareas. Pero lo que vendría después desafiaría toda lógica.

Minutos más tarde, sonó el teléfono de la morgue. Una llamada entrecortada, sin respuesta clara al otro lado, culminó en un espeluznante susurro: «Ayuda, mamá».

El médico intentó racionalizar el momento como una interferencia producto de la tormenta. Sin embargo, al colocar nuevamente el auricular en su oído, escuchó con claridad una voz femenina que clamaba desesperadamente: «¡Mamá, mamá!».

Sin embargo, al girarse hacia la cámara frigorífica, notó que estaba abierta. Dentro, la joven fallecida aparecía sentada sobre la camilla, con una expresión cansada y la boca entreabierta, como si intentara decir algo.

«Fue tan impactante que casi me desmayo. Yo no entendía si era realidad o si estaba perdiendo la cordura», expresó.

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San Salvador, El Salvador

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