Por: Enrique Ortiz

El Liverpool ganó 2-0 la final de la Champions al Tottenham y pudo sacarse la espina que le quedó desde la temporada pasada cuando perdió la final con el Real Madrid.

Los ‘reds’ se pusieron muy temprano arriba en el marcador tras un penal histórico en la competición pitado apenas a los 23 segundos de iniciar el encuentro.

Sobre los hombres de Mohamed Salah cayó la gran responsabilidad  de cobrar la pena máxima y el egipcio no falló y escribió su nombre con letras doradas en la historia del club.

Casi durante todo el partido las llegadas fueron nulas y los arqueros aparecieron poco. Pese a todo, el partido seguía vierto y el empata podía llevar el encuentro al alargue.

Fue hasta el minuto 87 cuando la tranquilidad llegó a Jürgen Klopp, pues nuevamente, así como contra el Barcelona, apareció Divock Origi para firmar el 2-0 definitivo.

Tras la consecución de esta Champions, el Liverpool gana su sexta Copa de Europa en la historia del club y se convirtió en el tercer máximo ganador de la historia de esta justa. Ahora el Liverpool ya ve por el retrovisor al Barcelona de Lionel Messi que se quedan con cinco ‘orejonas’, al igual que el Bayern de Múnich. Solo el Milán, con siete, y el Madrid con 13, superan a los ingleses.

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