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La inflación al consumidor de Corea del Sur se aceleró a un máximo de casi 10 años en octubre, lo que obligó al banco central a revisar al alza sus proyecciones de precios para 2021 y reforzó el caso de otra subida de tipos de interés este año.

El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 3,2% respecto al año anterior en octubre, según mostraron los datos del gobierno el martes, el crecimiento más rápido desde enero de 2012 y mucho más alto que un aumento del 2,6% en septiembre.

Eso coincidió con un aumento del 3,2% apuntado por los analistas en una encuesta de Reuters y se mantuvo por encima del objetivo del 2% del banco central por séptimo mes consecutivo.

El desglose de los datos mostró que el costo del petróleo aumentó un 27,3%, mientras que el de alquiler de viviendas y cenas al aire libre aumentó un 1,8% y un 3,2%, respectivamente, en términos interanuales.

Eso pone a la junta de política monetaria del Banco de Corea (BOK) bajo presión para aumentar aún más la tasa base en la reunión del 25 de noviembre, luego de su primera subida de tipos en casi tres años en agosto.

El gobernador Lee Ju-yeol señaló el mes pasado podrían producirse más ajustes en noviembre para frenar el aumento de la inflación y la deuda de los hogares.

Horas después de la publicación de los datos, el BOK dijo que espera que el crecimiento anual del IPC para todo el 2021 se sitúe por encima de su pronóstico del 2,1% publicado en agosto.

El banco central anunciará la revisión de pronósticos en su reunión de noviembre.