El Barcelona juega poco y mal al fútbol porque es incapaz de someter a los rivales con el balón en los pies. Se acumulan los ejemplos y los rivales que le han puesto en algo más que aprietos en este curso, equipo tosco como no se veía en muchos años. Pero en Butarque se impuso la lógica y la diferencia de cartera, toda vez que el líder (a la espera de lo que haga el Madrid) pudo con el colista. Pero si lo logró fue porque se refugió de nuevo en las jugadas a balón parado y, para su fortuna, le salió a las mil maravillas.
Lejos de su mejor momento fuera de casa, el Barcelona derrotó 2-1 al colista Leganés del mexicano Javier Aguirre, este sábado en la 14ª fecha de la Liga Santander.
El vigente campeón de la justa llegó al feudo del colista de la tabla general con total favoritismo para imponerse, sin embargo, en el minuto 12 de la primera mitad, Yussef En-Nesyri, colocó el choque cuesta arriba para los visitantes.
Para el segundo acto, Luis Suárez puso el empate de cabeza apenas pasados los primeros ocho minutos (53), y Ernesto Valverde revitalizó el centro de la cancha cuatro minutos más tarde con la entrada del croata Iván Rakitic y el chileno Arturo Vidal.
A partir de este instante la ofensiva fue mayor y al 79 el propio Vidal dio la ventaja definitiva, en un partido agónico y donde el club de la Cuidad Condal sintió las ausencias de Nelson Semedo, Jordi Alba y Clement Lenglet, tres de sus pilares en defensa lesionados.
Ahora el Barcelona llegó a 28 unidades y mantiene la cima de la tabla por delante del Real Madrid (25), aún si jugar su partido de la fecha y el Atlético de Madrid, su rival de la siguiente jornada.