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Ari Nagel, un estadounidense de origen judío, es tendencia luego de que decidiera convertirse en donante de semen. Y es que, hasta la fecha, acumula 133 hijos y en sus palabras, «no piensa jubilarse».
En una entrevista para medios internacionales sobre sus comienzos en algo que confiesa que no hace por dinero, dijo que ha ayudado a mujeres lesbianas afroamericanas y judías ortodoxas que no encontraban pareja.
Tras tres lustros como donante de esperma, a sus 47 años, ha indicado que la cifra de incrementar más hijos no se va a detener ahí, ya que su intención es continuar con las donaciones durante al menos tres años más.
Ari ofrece sus servicios (de manera altruista) a mujeres que no pueden pagar un tratamiento de fertilidad. A cambio, las futuras madres acuerdan no pedirle ninguna pensión alimenticia.
De acuerdo a entrevistas que ha concedido, Ari primero conoce a las mujeres que quieren tener un bebé, quedan en algún lugar y procede a la donación en algún baño público.