Por: Francisco Narváez

La atleta salvadoreña Paulina Zamora ganó, este sábado, medalla de oro en el Fitness Coreográfico de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

Al momento de recibir la medalla dorada y escuchar el himno nacional de El Salvador en Coliseo Mariscal Cáceres de Lima, la salvadoreña no pudo contener las lagrimas de orgullo y alegría.

No obstante, la alegría no siempre ha acompañado a la atleta salvadoreña, pues dos graves lesiones en sus rodillas estuvieron a punto de romper sus sueños de representar a El Salvador en Juegos Panamericanos.

“Tenía el sueño de llegar a las Olimpiadas, o a unos Panamericanos. Cuando sentía que aquel sueño comenzaba a concretarse, a las 9:00 de la noche de un 1 agosto, me rompí el ligamento cruzado de mi rodilla izquierda, una lesión que acaba con la carrera deportiva de cualquiera, pero no la mía. Después de un año de recuperación regresé a la gimnasia con la toda la intención de cumplir aquel sueño que había dejado a medias, un año después de mi regreso me rompí el ligamento cruzado de mi otra rodilla. El dolor de mis sueños destrozados era más fuerte que cualquier dolor físico…”, lamenta la atleta.

Zamora atestigua que, tras las graves lesiones en sus rodillas, se fue alejando del deporte debido a que “eventualmente me di cuenta que mis piernas no eran ni volverían a ser lo mismo, estaba defectuosa de por vida, me fui alejando de la gimnasia”, dice.

Pero el destino le tenía preparado algo especial para su vida, “de forma inesperada, como llega todo buen amor, conocí el pole. Me volví a enamorar, los pedacitos de aquella Paulina soñadora fueron regresando a su lugar, sentí cosas que había olvidado que yo podía sentir, el pole me sanó”, sostiene.

Sin duda, la medalla de oro obtenida en los Juegos Panamericanos es un digno reconocimiento para una mujer salvadoreña que superó la adversidad y luchó hasta el final por conquistar sus sueños. ¡Felicidades!

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San Salvador, El Salvador

Redacción

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