La agencia calificadora de riesgo Fitch Rating rebajó la calificación de Costa Rica a «B» desde «B+», debido al creciente riesgo de estrés financiero a corto plazo, lo que ubica al país en una perspectiva negativa.
La calificadora detalló que la crisis por COVID-19 sorprendió al país centroamericano en momentos en que el espacio fiscal tiene poco margen y se reduce rápidamente.
«La crisis de salud llega en momentos en que el espacio fiscal de Costa Rica es limitado y se estrecha rápidamente, lo que aumenta los riesgos para la sostenibilidad de la deuda posterior a la crisis», publicó la agencia calificadora en un comunicado.
Agregando que “La factura de intereses está subiendo rápidamente, y la carga de la deuda está en una empinada. La perspectiva negativa refleja mayores riesgos a la baja para la sostenibilidad de la deuda en medio de perspectivas inciertas de consolidación fiscal, crecimiento económico y costos de endeudamiento posteriores a la crisis».
Recientemente, tanto el Ministerio de Hacienda como el Banco Central de Costa Rica afirmaron que para este año dicho país espera una contracción económica de -3,3 % y que la crisis llevará el endeudamiento a niveles por encima del 60%
Según Hacienda costarricense, para este año se pretende desarrollar un agresivo programa de endeudamiento externo que inició con la negociación de un crédito por $504 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otro con el Banco Mundial por $500 millones. Además, de un tercero con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCEI) por $250 millones.
En su reporte, Fitch concluye afirmando que espera que la economía de Costa Rica se contraiga un 4% en 2020, aunque destacó que prevé una recuperación gradual en el segundo semestre.