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De acuerdo a una investigación de la Universidad de Arizona, las mujeres que prefieren estar solas suelen tener mejor presión arterial, mejores hábitos alimenticios y hacen más rutinas de ejercicios.
“Hemos aprendido a dejar atrás el retrogrado concepto de que una mujer obligatoriamente debe tener a un hombre a su lado para ser feliz, a pesar de que se respeta y aplaude esos matrimonios exitosos que han logrado mantenerse a través de los años”, afirma una mujer, quien fue parte de la investigación.
“Una mujer no es menos por decidir tener una vida sola (ya sea que lo haya considerado en su juventud o en su vejez). Y no son suposiciones”, agrega.
Según el estudio realizado por científicos de la Universidad de Arizona, las mujeres que nunca se han casado o aquellas que se han divorciado muestran mejores signos de salud que aquellas dentro de un matrimonio.
Para la prueba, científicos hicieron seguimiento durante 3 años a casi 80 mil mujeres de entre 50 y 79 años de edad, originarias de hasta 40 ciudades distintas de los Estados Unidos. Durante el período hubo diversas variaciones, algunas se mantuvieron estables, otras se divorciaron y otras hasta se casaron.
Al valorar el estado (presión arterial, talla, índice de Masa Corporal), los hábitos alimenticios, las rutinas de ejercicios, y el consumo de alcohol y cigarrillo, los resultados fueron llamativos. El estudio demuestra que cuando las mujeres se casaron su presión arterial aumentó, además de que subió su consumo de alcohol y hábitos pocos saludables.
Por otro lado, las mujeres que terminaron una relación bajaron su presión, la talla (aunque no es algo del todo importante), sus actividades físicas y mejoraron su alimentación. Quizá el único punto negativo, algunas de las divorciadas comenzaron a fumar.