El fútbol femenino tiene unas claras dominadoras: Estados Unidos. Las estadounidenses llegaron como las favoritas y no defraudaron, fase a fase demostraron por qué están un nivel encima del resto. En medio de las críticas por la desigualdad frente al fútbol masculino, controversias de palabras con Donald Trump y polémicas celebraciones, Estados Unidos arrasó en el Mundial y derrotó a Holanda 2-0 en la final.
Megan Rapinoe, líder del grupo y la más vocal de las futbolistas, anotó el primer gol a los 61 minutos de juego vía penalti.
Rose Lavelle anotó el segundo tras asistencia de Samantha Mewis.
Estados Unidos tuvo un 54% de posesión, 17 tiros y 13 oportunidades de gol creadas.
La estadounidense Alex Morgan fue la goleadora del torneo, con 6 anotaciones, junto con Ellen White.
Es el cuarto título mundial de Estados Unidos, el segundo consecutivo, inalcanzable superpotencia de la disciplina sea el tiempo de Michelle Akers o de Mia Hamm, en la década de los noventa (1991 y 1999); de Abby Wambach, encaminado el nuevo siglo (2015); o de Megan Rapinoe, en el tiempo actual (2019).
Estados Unidos suma 17 partidos invicto en el Mundial femenino.

