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El presidente de España Pedro Sánchez ha generado polémica tras las declaraciones emitidas en el que calificó de marginales a los ciudadanos de Valencia quienes atacaron su vehículo y a su comitiva en su llegada.
El mandatario español dijo que ante los ataques recibidos no se van a detener y que van a seguir trabajando para los demás españoles que están afectados y que necesitan el apoyo del estado.
Esta declaración se produjo tras una dura recepción, donde Sánchez fue abucheado e insultado por la población, que exige mayor apoyo y compromiso tras el desastre en la región.
La indignación de los habitantes refleja una creciente frustración por la falta de atención a sus necesidades.