Foto cortesía.

Los días 3, 4 y 5 de enero no hubo muertes entre las familias salvadoreñas por causa del COVID-19. Según las autoridades, la baja en los decesos se debe directamente a dos acciones: El avance que se lleva de la vacunación (más del 72 % de la población con dos dosis) y a que la población mantiene en vigor las medidas sanitarias básicas para evitar contagios.

El Gobierno ha brindado todas las facilidades para que los salvadoreños puedan acceder fácil al beneficio de la vacunación. Están habilitados más de 160 puntos fijos donde puede ser vacunado, además, se puede acudir a 300 unidades de salud donde aplican el biológico.

Las modalidades de los tres autocentros: Santa Ana, San Miguel y Antiguo Cuscatlán siguen funcionando; en el megacentro del Hospital El Salvador continúan atendiendo y en algunas comunidades, los equipos del Ministerio de Salud llegan para brindar el beneficio de casa en casa.

Científicamente está recomendada la aplicación de tres dosis del biológico, las vacunas no evitan el 100 % los contagios, pero impiden que el virus se desarrolle a las formas más complejas en el organismo y mantiene alejado a los pacientes de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

Ante la posibilidad del ingreso al país de la nueva variante de COVID-19, ómicron, resulta imprescindible que la mayoría de la población fortalezca su sistema de defensas con el biológico.

La referida variante del virus tiene la principal característica que es altamente contagiosa. Países donde tienen registro de la circulación han experimentado súbitos aumentos de contagiados y en pocos días la capacidad de atención en sus hospitales ha sido rebasada. El promedio de detección de contagios por día es de entre 25 y 35, según los tamizajes comunitarios y centinela.