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La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como NASA, en sus recientes estudios, ha detectado una grieta que cubre el 25% de la corona del Sol, lo que permite la expulsión de vientos solares rápidos hacia la Tierra.
De acuerdo con expertos climáticos, la Tierra cuenta con su propia protección ante los vientos solares, sin embargo, estos pueden causar alteraciones en los sistemas tecnológicos que dependen de la estabilidad electromagnética.
Las señales de comunicación, como radio, internet, llamadas, entre otros sistemas tecnológicos, pueden verse afectados debido a los vientos provenientes del agujero en la corona del Sol.
Otros expertos sugieren que la actividad solar podría interferir en las redes eléctricas, generando riesgos de fallas en el servicio de energía o incluso apagones.
Los vientos solares son corrientes de partículas cargadas que el Sol expulsa constantemente desde su corona. Estas partículas, formadas por iones y electrones, interactúan con el campo magnético de la Tierra, lo que puede provocar tormentas geomagnéticas que afectan los sistemas tecnológicos.