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De acuerdo a Jean Piaget (el especialista más respetado en el campo de la educación) los niños necesitan experimentar el mundo que los rodea. Las interacciones cara a cara son las principales fuentes de conocimiento.
El crecimiento de un niño es una etapa muy delicada. Anualmente se hacen cientos de estudios y aunque se tiene una idea de lo que es ‘la fórmula correcta’ para formar a un buen ciudadano, no viene un manual cuando un niño viene al mundo, ninguna regla está escrita.
“Dar un celular a un menor de 10 años es un acto grave de irresponsabilidad familiar. Los dispositivos móviles generan dopamina, un neurotransmisor que produce placer de forma rápida. En algunos casos, puede, incluso, provocar en una adicción que acaba fomentado comportamientos agresivos ante situaciones que requieran algún tipo de esfuerzo personal o cuando se prohíbe su uso”, señala Jean Piaget, experta en la investigación.
El estudio establece que concluye, que el cerebro del niño debe estar lo suficientemente maduro para exponerse a estos objetos, ya que pueden desencadenar conductas disruptivas, afectando su rendimiento académico.
“Hace que aparezcan conductas de tipo impulsivo, pueden llegar a ser desafiantes e intolerantes y les provoca cambios de humor constantes”, aclara Piaget.
Pero no es la única visión, también un estudio publicado por Psychcentral quienes tras un análisis en Gran Bretaña, determinaron que un 56% de niños entre 10-13 años tienen un teléfono inteligente. E incluso, 25% de niños entre 2 y 5 años tienen un teléfono.
Una teoría de Jean Piaget (uno de los expertos más respetados en educación) citada en el mismo texto, indica que el cerebro de los niños crece en base a la experiencia, y que termina siendo perjudicial para ellos meterlos en una tablet o en un móvil a temprana edad, considerando que captan conceptos a través de la comunicación cara a cara.