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El Centro para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC por sus siglas en ingles), autorizó la vacuna Pfizer contra el COVID-19 para inmunizar a unos 17 millones de adolescentes estadounidenses entre las edades de 12 a 15 años, a partir de este jueves.

La administración del presidente Joe Biden  solicitó, referida autorización como una estrategia para lograr inmunidad colectiva y así poder lograr inocular al país norteamericano.

Cientos de niños a lo largo de Estados Unidos, se alinearon con sus padres para vacunarse, y de esa manera poder volver a lograr algo parecido a lo que eran sus vidas antes de la pandemia.

Según AFP, una encuesta realizada por la Kaiser Family Foundation que entrevistó a padres de niños de 12 a 15 años en abril encontró que tres de cada diez estaban ansiosos por vacunar a sus hijos, mientras que una cuarta parte esperaría para ver cómo está funcionando, una quinta parte de los encuestados dijeron que iban a  vacunar  a sus hijos solo si la escuela lo requiere, mientras que el resto rechazaba la vacuna.

Los adolescentes son mucho menos susceptibles al COVID que los grupos de mayor edad, y la razón principal para vacunarlos es reducir la transmisión. Pero aún pueden ocurrir casos extremadamente raros de gravedad por COVID, al igual que una complicación post-viral llamada síndrome inflamatorio multisistémico.

La Academia Estadounidense de Pediatría ha calificado la autorización de la vacuna Pfizer contra el COVID como una herramienta importante para que más escuelas regresen al aprendizaje en persona este otoño.