Hoy en día es muy común ver en las fiestas patronales de casi todos los municipios del país, a los tradicionales viejos de agosto, llevando alegría, color y diversión para quienes les observan en los distintos desfiles.
Pero en verdad ¿de donde y como surgieron los viejos de agosto? Realmente no se tiene una fecha exacta en la cual aparecieron, pero se cree que su origen tiene influencias en las mascaradas y danzas traídas por los españoles en tiempos de la conquista.
Dichas mascaradas tomaron un rumbo distinto al fusionarse con las tradiciones indígenas y así se fueron incorporando elementos de la cultura popular salvadoreña, dando como resultado, los viejos de agosto.
También se dice que a principios del siglo XIX las personas se disfrazaban de personajes públicos de la época y satirizaban sus gestos y acciones; todo esto acompañado por una particular música de bombo y pitos artesanales.

También se dice que a principios del siglo XIX las personas se disfrazaban de personajes públicos de la época y satirizaban sus gestos y acciones; todo esto acompañado por una particular música de bombo y pitos artesanales.
Entre los principales personajes que los viejos de agosto representa están, el soldado, el perro, la vieja, el viejo, el cura, la vaca, el diablo, entre otros más.
Hoy en día sin embargo, también se representa dentro de los viejos de agosto a personajes propios de la mitología salvadoreña, como lo son la Siguanaba, el Cipitío y otros.
Estos personajes usualmente tienen un aspecto o muy feo o muy gracioso, con lo cual logran hacer reír a las personas que los observa; en más de una ocasión también provocan temor y hasta el llanto de muchos niños.
Sin duda alguna, los populares viejos de agosto son toda una tradición dentro de la historia salvadoreña y forman parte de patrimonio cultural que heredaran las futuras generaciones.