(Foto/cortesía)
Miguel Ángel Rivas López, de 29 años, confesó que en febrero del 2020 -aprovechándose de la confianza de un menor de edad- lo llevó en dos ocasiones a una casa abandonada, ubicada en Zaragoza, La Libertad, lugar donde le realizó tocamientos de índole sexual.
La víctima le dijo lo sucedido a su madre, quien interpuso la respectiva denuncia ante la Fiscalía General de La República de El Salvador.
Rivas López fue condenado por el Tribunal Primero de Sentencia de Santa Tecla a la pena de 10 años de cárcel al ser declarado culpable del delito de agresión sexual en menor e incapaz agravada, en perjuicio de un niño de 8 años de edad.