Por: Francisco Narváez

(Foto/cortesía)

Bernardo Arévalo fue investido como presidente de Guatemala, luego de meses de investigaciones judiciales en su contra y en contra de su partido, el Movimiento Semilla.

La posesión de Arévalo se demoró más de ocho horas por trabas en el Congreso para nombrar la junta directiva del Legislativo, que era la que lo juramentaba como mandatario. Un escollo de varios desde que el progresista ganó las elecciones en agosto de 2023.

«Durante los últimos 203 días, desde el 25 de junio, hemos demostrado al mundo que nuestro sistema democrático y republicano, a pesar de la agresión que ha enfrentado, nos ha permitido llegar a este momento, en el que los saludo como su comandante general», dijo el gobernante al pasar revista a las tropas como comandante en jefe.

Arévalo está bajo el acecho de la persecución penal desde junio, cuando sorpresivamente pasó a un balotaje que ganó en agosto a la conservadora ex primera dama Sandra Torres.

Entre las primeras acciones ordenadas por el presidente será solicitar la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, a la cabeza de la ofensiva judicial y sancionada por Washington por corrupción y por socavar la democracia.

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San Salvador, El Salvador

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