El Barcelona cayó eliminado en los octavos de final de la Copa del Rey ante el Athletic Club y demostró, una vez más, que aún no es un equipo que está hecho para las grandes citas.
Los dirigidos por Xavi Hernández siempre estuvieron por debajo del marcador desde los primeros minutos de partido hasta los últimos, pues el Athletic no permitió que el Barcelona se pusiera por delante en el marcador.
Apenas a los 2’ el equipo de casa se puso por delante con un golazo de Iker Muniain, quien jugó un partidazo ganándose la ovación de compañeros y el estadio.
Tras el gol tempranero, el Barcelona no bajo los brazos y, con otro golazo (no tan bueno como el de Iker), Ferrán Torres empató el partido. Mientras los minutos pasaban era el Athletic el que mejor se veía, pero no pudo concretar sus opciones. Sin embargo, cuando todo parecía terminado, Íñigo Martínez anotó el segundo al 86’, pero el Barcelona volvió a reaccionar y llegó el empate de Pedri al 90+3’, justo sobre el final.
Con el empate el partido se fue a la prórroga y fue allí donde el Athletic finalmente pudo sentenciar el encuentro con un penal cobrado por Muniain al 106’.
Para el entrenador del Barcelona es un duro golpe de cara al ‘Efecto Xavi’, que en menos de una semana ya se despidió de los títulos a los que tenía más opciones en este temporada que parece acabará siendo de las peores de su historia, pues en Liga ni siquiera está en puestos de Champions y lo tiene muy difícil para ganar la Europa League.