El Juzgado 7° de Instrucción de San Salvador, recibió esta tarde el dictamen fiscal contra el expresidente Mauricio Funes y 31 personas, entre los que están sus colaboradores más cercanos, familiares y otros acusados de lavado de dinero y activos, peculado, casos especiales de lavado de dinero y casos especiales de encubrimiento.
El director Anticorrupción y contra la Impunidad, German Arriaza manifestó que en el dictamen de acusación están presentando más de 1200 evidencias, 2, 572 pruebas documental y 114 testigos que han declarado durante el proceso para demostrar que existió una presunta organización delincuencial lideraba por el expresidente Carlos Mauricio Funes que se apropiaron de recursos del Estado” sostuvo.
Manifestó que se han realizado 21 peritajes financieros, algunos agregados ya en el expediente y otros ofrecidos en el dictamen pero que serán presentados cuando sean finalizados por los peritos.
Según la investigación de las autoridades, el exmandatario Mauricio Funes, junto con sus excolaboradores más cercanos de Casa Presidencial, supuestamente utilizando diversos mecanismos y programaron en el presupuesto de la presidencia la cantidad de 351 millones de dólares, equivalentes al 52% de los fondos asignados a dicho ente para ser ejecutados como gastos reservados y así hacer pagos al proveedor ficticio “Gastos Operativos de la Presidencia de la República” y que posteriormente trasladaban fondos por medio de cheques a cuentas particulares de los imputados Francisco Rodríguez y Pablo Gómez.
Supuestamente dispusieron el dinero de manera arbitraria en beneficio propio y de terceros mediante la emisión de cheques a favor de personas naturales y jurídicas, incluyendo funcionarios públicos, traslado entre cuentas y transferencia de fondos así como pagos en efectivo destinados a compra de bienes y servicios sin relación a finalidades públicas, según la Fiscalía.
Asimismo, dentro de esa forma arbitraria de gastar de Funes, Arriaza expuso que el exmandatario gastó cerca de 149 mil dólares para el cuidado de sus mascotas durante su Gobierno; incluso el expresidente gastaba hasta mil 200 dólares cada semana para que sus mascotas se “desestresaran”.