Foto: Archivo, El Blog.
Recientemente la empresa líder en calificación, Fitch Ratings degradó la calificación de la economía de Panamá a ‘BBB-‘, la cual refleja el severo debilitamiento de las finanzas públicas debido a la perturbación económica causada por la pandemia de coronavirus, que ha exacerbado las tendencias fiscales subyacentes de debilitamiento anteriores a 2020.
La contracción sin precedentes del PIB y la pérdida de ingresos del gobierno de ese país centroamericano han provocado un aumento sustancial en deuda. Una relación ingresos PIB baja y decreciente indica un espacio fiscal limitado para responder a los shocks económicos.
La Perspectiva Negativa refleja los riesgos para la trayectoria de la deuda pública y la incertidumbre de que se pueda lograr la senda de consolidación fiscal establecida en la Ley de Responsabilidad Fiscal revisada, dados los desafíos fiscales subyacentes.
A diferencia de Panamá, la entidad económica indicó que las proyecciones de crecimiento económico para este año en El Salvador continúan siendo respaldadas por prestigiosas instituciones financieras internacionales.
Y es que a finales del año pasado, Fitch Ratings pronosticó un crecimiento económico del 5.0% para El Salvador durante el 2021.
La anterior se suma a las perspectivas de recuperación económica anunciadas en el 2020 por el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional que pronostican un crecimiento para el país del 4.9% y del 4.0% respectivamente.