Foto: Cortesía.
Al menos 50 curas salieron del closet en Italia para denunciar la «homofobia interiorizada» y reclamar su espacio en la iglesia.
En una carta abierta, desvelada esta semana por Domani, los firmantes salen del armario para reivindicar un espacio propio en la institución y, al tiempo, denunciar las trabas para su mera existencia, tanto en el interior de la estructura como en la formación.
Así, en Con tutto il cuore (Con todo el corazón), los firmantes revelan la existencia de planes para eliminar todo atisbo de homosexualidad en los seminarios y para fomentar una moral sexual vacía de contenido en los centros de formación de los futuros sacerdotes.
Los curas hablan sin tapujos del odio al mundo gay que se inocula en los seminarios, y los “prejuicios sociales” que salpican incluso los últimos documentos vaticanos, con una cuasi obsesiva referencia a la “ideología de género”, que se ha multiplicado desde la llegada al poder de Giorgia Meloni.
“No podemos hablar abiertamente de nuestra orientación homosexual con nuestros familiares o amigos, mucho menos con otros sacerdotes, o laicos comprometidos”, lamentan estos curas en el escrito.