Foto: Archivo.
El Juzgado 7° de Paz de San Salvador, en procedimiento abreviado, condenó a tres años con reemplazo de la pena por trabajos de utilidad pública a Jaime Eduardo Flores Márquez, de 25 años de edad, acusado de uso y tenencia de documentos falsos y falsedad material en perjuicio de la fe pública y subsidiariamente de José Z.
Así también, la jueza decretó la suspensión condicional del procedimiento para los notarios Nubia Cristina Cardoza Peraza, de 34 años y Mauricio Antonio Gámez, de 51 años, acusados de falsedad documental agravada bajo la modalidad de falsedad material.
Ellos durante 1 año tendrán que presentarse cada 4 meses al Juzgado 1° de Vigilancia Penitenciaria y no cambiar de domicilio.
El día de la audiencia inicial realizada el 10 de marzo, Jaime Flores aceptó haber utilizado documentos privados de compraventa falsos. Además los imputados se comprometieron a reparar los daños ocasionados a la víctima, acordando cancelar 350 dólares cada uno.
Según el requerimiento fiscal, el 2 de agosto de 2017 la víctima compró un vehículo marca Honda Civic, año 2008; pero cuando fue a Sertracen de San Salvador a renovar su tarjeta de circulación el 25 de enero de 2018, le manifestaron que dicha tarjeta estaba inactiva.
Asimismo, al agraviado le informaron que ya que habían solicitado la reposición por extravío y habían ingresado documento de compraventa para el traspaso del vehículo. Dicha situación le pareció extraña porque no había vendido el vehículo ni tampoco extraviado la tarjeta.
De acuerdo a la denuncia, el imputado Jaime presentó a Sertrasen trámites de traspaso sencillo a su favor y reposición de tarjeta de circulación, llevando una compraventa del vehículo en fecha 4 de septiembre de 2017 ante los oficios notariales de Nubia Cardoza.
Y una segunda compraventa realizada el 27 de julio de 2018 ante los oficios del notario Mauricio Gámez. Según informe pericial de la Sección de Documentos copia de la División de la Policía Técnica y Científica, realizada el 31 de julio de 2019, concluye que las firmas de vendedor de las dos compraventas son falsas, pero las firmas de los notarios sí han sido elaboradas por ellos.