El pasado mes de enero, el popular Apóstol Santiago dio a conocer que necesitaba un Toyota Hilux 3.0 nuevo de paquete, el cual lo utilizaría para seguir predicando la palabra del Señor.
«Quiero un carro todo terreno 3.0 de paquete para llevar la palabra de Dios», dijo el hombre.
El apóstol Santiago recalcó que tiene la «confianza» que un buen samaritano le realizará una llamada para decirle que le regalará el lujoso carro, que tiene un precio mayor a los 25 mil dólares. «He estado orando a Dios porque necesito un carro para moverme, no lo digo por vanagloria sino porque lo necesito. Desde anoche comencé a orar porque lo necesito», dijo en aquella oportunidad.
Mientras llega el día en que un “buen samaritano” le regale el lujo vehículo, un salvadoreño ha decidido pagarle clases de manejo a Santiago para que aprenda a manejar antes de tener el vehículo.
“Lo ando rentando para cuando Dios me mande el propio no ignorar a la hora de manejar. El hermano (Tomás Cruz Gómez, salvadoreño) que anda conmigo, que Dios lo mandó de los Estados Unidos, expresamente vino para enseñarme a manejar, lo rentó por 9 mil lempiras ($360)”, declaró.
Sigue esperando que le regalen el 3.0
“Siempre clamando, siempre orando y para muchos el pedir esa nave es locura. Me toman como loco y trastornado, porque como dice el adagio del diablo de que ‘el que nada tiene, nada vale’. Y lo miran a uno cuando uno pide estas cosas como un maniático”, soltó.
Añadió que “Dios conoce mis necesidades de que necesito un carro, no para vanagloria, ni para hacer de menos a nadie, sino para servir al pueblo”.