Las autoridades del condado de Gwinnett, Georgia, Estados Unidos, condenaron hoy a un pastor salvadoreño y a su hijo por haber atacado a dos oficiales de policía.
El pastor salvadoreño Wilmer Cruz y su hijo de 18 años que lleva su mismo nombre se declararon culpables de los cargos graves que les imputaban, entre ellos agresión contra un agente de la ley y robo de su equipo.
Debido a que aceptaron su culpabilidad, el juez a cargo del caso fue considerado y decidió darles un castigo menos severo del que pedía la Fiscalía, que quería una condena de una década tras las rejas.
El magistrado condenó al pastor a 10 años de libertad condicional y determinó que deberá permanecer durante seis meses más en prisión.
Sin embargo, para mala suerte del líder religioso, debido a que no es ciudadano estadounidense y ni siquiera residente permanente, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) lo puso en hold, por lo que cuando cumpla su tiempo en la cárcel planea deportarlo.
A su hijo le fue mucho mejor, pues recibió la mitad de la sentencia de su padre y, gracias a que su estatus migratorio está en regla, recuperará su libertad pronto.
El violento incidente se registró en marzo del año pasado cuando la pareja de uniformados llegó a Las Sendas Antiguas, una pequeña iglesia que pastoreaba Cruz en la ciudad de Lilburn (Georgia) para tratar de rescatar una chica de 16 años.
La madre de la menor había denunciado que en esa congregación tenían sin su consentimiento a su hija y que ahí le estaban “lavando el cerebro”. Por ser menor de edad todavía, las autoridades atendieron a su llamado.
Sin embargo, en lugar de entregarles a la adolescente, que era la novia del hijo mayor del pastor, los oficiales resultaron agredidos.
En el video que fue expuesto en exclusiva por el periódico Mundo Hispánico se aprecia claramente cómo el muchacho se le fue encima a uno de los uniformados que, al sacar su bastón para contenerlo, fue confrontado por Wilmer Cruz.
Al final, se produjo un violento forcejeo en el que los agentes fueron tomados por el cuello, empujados contra la pared y hasta agarrados con fuerza por la espalda.
Los oficiales tuvieron que hacer uso de sus pistolas eléctricas, bastones y gas pimienta para contener a la familia Cruz. (Mundo Hispánico)