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Abraham Ábrego, director de litigio estratégico de la organización Cristosal, comparó las condiciones en las que se encuentran recluidos los pandilleros con el holocausto sufrido por los judios.
Para el vocero de Cristosal, las cárceles salvadoreñas “son campos de concentración, porque se da un solo tiempo de comida, racionada y con abusos”.
Hoy en día, los pandilleros y sus colaboradores detenidos en el marco del estado de excepción se encuentran recluidos en condiciones disciplinarias que no les permiten transmitir órdenes para que sus compañeros en libertad cometan delitos.
Pero a juicio de Ábrego, dichas condiciones disciplinarias son similares a las que sometían los nazis a los judios durante el holocausto.
Las declaraciones del vocero de Cristosal contrastan con la opinión de la mayor parte de salvadoreños que valoran como positivo el estado de excepción.