Una nueva hipótesis ha surgido en el caso donde un sacerdote perdió la vida a manos de malhechores en la parroquia del cantón San José La Majada, del municipio de Juayúa, Sonsonate.
En un primer momento se dio a conocer que el sacerdote Cecilio Pérez Cruz, de 35 años, habría sido ejecutado por miembros de la MS-13 que operan en el sector. Incluso se encontró una nota junto al cuerpo que decía: “por no pagar la renta MS-13”.
No obstante, Antonio Rodríguez López, conocido como “padre Toño”, reveló en su cuenta de Twitter que al párroco le quitaron la vida por sus constantes denuncias de la tala de árboles en la zona.
“Al sacerdote asesinado, a quien conocía, le quitaron la vida por su denuncia por la tala de árboles en Juayúa. Traficantes de madera lo mataron y quisieron pasarse como imitadores de pandillas”, aseguró el padre Toño.
De momento, esta versión no ha sido oficializada por las autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) y fiscales de la Fiscalía General de la República (FGR) que investigan el hecho.
Cabe destacar que Juayúa forma parte de la reserva de la Biosfera Apaneca-Ilamatepec, la cual tiene una superficie de 59,056.10 hectáreas y se ubica en los departamentos de Ahuachapán, Santa Ana y Sonsonate, comprendiendo 18 municipios.
Esta Reserva alberga ecosistemas y especies importantes para la conservación y una alta biodiversidad de hábitat como los bosques de Páramo de Montaña, bosques nebulosos, vegetación sobre colada volcánica y coníferas. Se encuentran 12 especies de flora en peligro de extinción y 58 especies amenazadas, así como 12 especies endémicas de aves y otros grupos de vertebrados.
El sacerdote constantemente denunciaba que delincuentes taladores de árboles están causando daños irreparables en la zona.