(Fotos/ Redes Sociales)
Una familia abandonó a una perrita en la calle a los dos días de nacida como si se tratara de un juguete defectuoso, porque no tenía sus patas delanteras. Por fortuna, ella conoció a las personas indicadas y éstas le proporcionaron una silla ruedas fabricada con piezas de lego cambiando por completo su calidad de vida.
Después de ser abandonada, la fundación Mostly Mutts se hizo cargo de ella y fue llevada a un consultorio veterinario. En ese momento Gracie ya no tenía pelo alrededor de los ojos, y los gusanos se arrastraban sobre ella, sin duda alguna se encontraba en pésimas condiciones, pero demostró ser toda una guerrera.
La perrita fue adoptada por la familia Turney, quienes además tienen bajo su cuidado a un perrito paralítico y a otro perrito al cual le falta una extremidad.
La familia se encontraba preocupada por la movilidad de Gracie, ya que se trataba de una cachorrita de rápido crecimiento, no resultaba conveniente adquirir una silla de ruedas que dejaría de usar en cuestión de semanas.
Ésta fue la solución perfecta para Gracie, pues se trataba de algo relativamente económico y fácil de ajustar proporcionalmente a su crecimiento. Aunque le tomó un par de semanas adaptarse a usar las ruedas, finalmente comenzó a movilizarse de un lado para otro con facilidad.
Después de que ella creció un poco, se adaptaron unas ruedas más grandes a la silla, y cuando tuvo la edad suficiente fue equipada con una silla de ruedas para “adultos”.
La perrita ahora se encuentra muy feliz con su familia, es muy saludable, y alegra a todos con la dulce personalidad que siempre la ha caracterizado.
