En noviembre del año pasado María Marlene Cruz Méndez, de 23 años de edad, dio a luz al niño y lo asesinó mientras estaba en su trabajo como empleada doméstica, de acuerdo a lo confesado ante un tribunal.
Luego lo abandonó en una calle cercana a la residencial Tuscania, ubicada en el cantón El Barillo, municipio de Zaragoza, del departamento de La Libertad, según investigaciones de la Fiscalía General de la República (FGR).
Cruz Méndez no quería al bebé por eso tomó un corvo, lo hirió y lo golpeó en la cabeza hasta asesinarlo, según confesó ante un juez de Sentencia de Santa Tecla, en La Libertad.
Cuando el caso estaba en la última etapa, Marlene pactó con la FGR que confesaría el delito ante un juez a cambio de reducir sus años en prisión, previo acuerdo entre las partes; el Tribunal de Sentencia de Santa Tecla impuso 15 años de cárcel para la mujer por el homicidio.
Marlene justificó el homicidio de su hijo por una mala situación económica, lo que no le permitía tener a otro hijo porque ya era madre de un niño de cuatro años.
«Ella confesó los hechos, confesó todo lo que había hecho con el niño. Dijo cuándo había salido embarazada, dijo que era un embarazo de término, que su hijo había nacido vivo, que había llorado. Cuestiones que nosotros las verificamos con estudios que se hicieron por medio Medicina Legal en la autopsia», dijo la fiscal.