Fusades, a quien el poder fáctico y sus medios de comunicación aliados llaman “tanque de pensamiento”, es uno de los acérrimos opositores al gobierno del presidente Nayib Bukele, y se califica como defensor del Estado de Derecho, luchador contra la corrupción y abanderado de la transparencia.
Sin embargo, tiene como Director de Estudios Políticos a Luis Mario Rodríguez, quien recibió miles de dólares mensuales en concepto de “sobresueldos” cuando fue funcionario del expresidente Antonio Saca.
Testimonios del expresidente y el exsecretario privado, Elmer Charlaix, más documentos, comprueban la corrupción del miembro de Fusades, quien incluso pagó su doctorado con fondos de la partida secreta, por lo que pidió se le aumentara de 9 mil a 11 mil dólares su sobresueldo.
No solo Fusades ha sido expuesta, sino además una fundación afín, Funde, la institución que se adjudica ser “paladín de la transparencia”. Su flamante director y fundador Roberto Rubio también “metió la mano” para lucrarse de la partida secreta, al menos en tiempos de Saca, por muchos años.
“Hay recibos, documentos”, afirmó Saca ante la comisión que investiga sobresueldos.
También se reveló que Federico Hernández, director ejecutivo de la Cámara de Comercio, fue “beneficiado” con miles de dólares, dinero que sale del bolsillo de los salvadoreños. Hernández es otro crítico del gobierno de Bukele.
Además, los diputados de Arena -ahora autodenominado partido transparente- Rodrigo Avila y Margarita Escobar, recibieron sobresueldos. Así como la arenera Ana Vilma de Escobar.
Analistas se preguntan si Arena los expulsará del partido, como vociferó el caso de Carlos Reyes.
De igual forma, recibieron miles de dólares los editorialistas y asesores de El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, Salvador Samayoa y David Escobar Galindo, respectivamente, quienes ocupan dichos medios escritos para atacar al gobierno.
