Tras presentar un caso bastante fuerte en pruebas, la Fiscalía General de la República (FGR) logró que el Juzgado Especializado de Sentencia de San Miguel condene a 10 pandilleros de la MS-13 que operaban en el oriente del país. Recibieron penas de hasta 80 años de prisión.
El juez valoró el nivel de implicación de los criminales implicados en 7 asesinatos; entre estos, un doble homicidio ocurrido a mediados de 2015, en el cantón San Marcos Lempa, del municipio de Jiquilisco, Usulután.
En ese asesinato, el pandillero Carlos Javier Argueta, condenado a 80 años de cárcel, fue el principal implicado en la privación de libertad de los dos hombres. Inicialmente los interceptó, revisó sus móviles y desde una casa ubicada en Usulután los trasladó hasta un predio baldío del cantón San Marcos Lempa, donde obligó a las víctimas a cavar un hoyo, y al mismo tiempo les cuestionaba si eran pandilleros.
Las víctimas, finalmente, fueron enterrados en la misma fosa que les obligaron a cavar. Los restos fueron encontrados en noviembre del 2016.
A Javier Argueta también se le condenó por el crimen de Delmy Vanessa Contreras Monge y José Isaías Salmerón.
También se impuso las siguientes condenas: Edgardo de Jesús Gómez, 60 años de cárcel; Saúl Ramírez Pérez, 50 años de prisión; Juan Miguel González Hernández, 20 años de cárcel -por asesinato-. Manuel de Jesús del Cid Granados recibió una sentencia de 20 años de prisión por el homicidio de Idalia Aracely Perdomo y 10 años más por organizaciones terroristas.
Por ese último delito también fueron condenados a 10 años de prisión José Miguel Argueta Hernández, Antony Natanael Perdomo Herrera, Gil Fernando Peña Valladares, Melvin Geovanny Márquez y José Luis Hernández.