Por: Agencias
16 octubre, 2019

Tank Hafertepen, un australiano residente en Seattle, Estados Unidos, murió tras inyectarse silicona en los testículos y participar de un juego sexual para el agrado de sus novios.

Su madre, Linda Chapman, apuntó legalmente contra Dylan Hafertepen, Daniel Balderas Hafertepen, Charles Osborn, Matthew Scott y Philip Myers, novios del hombre fallecido, acusándolos de manipular a su hijo para que introduzca silicona en su miembro.

Los seis hombres convivían en una relación de “poliamor” y se dedicaban a trabajar sus músculos en el gimnasio. Algo que quisieron intentar con Tank al incitarlo a que se inyecte silicona en sus partes íntimas.

El sujeto habría comenzado el “tratamiento” en el año 2014, supuestamente con la ayuda de Dylan. Esta práctica duró hasta el 2018, momento en el que falleció a causa de una embolia pulmonar. Según investigadores, practicaba un culto que exigía a sus seguidores tener agrandados sus escrotos y ciertos atributos físicos.

En las redes donde se compartían las acciones de esta comunidad le consultaron sobre hasta qué punto pensaba llegar con las inyecciones de silicona, él respondió: “El maestro decidirá cuánto es suficiente”, haciendo alusión a Dylan.

La denuncia indica que el “maestro” continuó publicando en las redes sociales como si Tank siguiera vivo, hecho que indignó a la familia de la víctima que no tenía mucho contacto con él desde que abandonó su hogar.

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San Salvador, El Salvador

Redacción

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