Foto: Agencias.
EE.UU.- El oficial del Departamento de Policía de Coon Rapids (Minesota), Eric Prindle, recibió hace unos días una llamada ordinaria, cuando un habitante de la ciudad le pidió capturar un perro «del tamaño de un zorro» que se introdujo al patio de su casa.
El animal se había ido cuando Prindle llegó, pero poco después lo vio en otro patio cercano; para su sorpresa, cuanto se acercó al animal se dio cuenta de que era un zorro blanco, una especie considerada como salvaje.

El zorro no se escapó. «Comenzó a caminar hacia mí con indiferencia», afirmó Prindle. Según el oficial, el animal no parecía asustado y cuando él dio un golpecito en su pierna, como si llamara a un perro, el zorro le siguió hasta el coche.
«Volví a mi vehículo y abrí la puerta, y [el zorro] no lo dudó y se subió justo a la parte de atrás», como si estuviera acostumbrado a hacerlo, explicó Prindle.

El agente Prindle señaló que el animal «en realidad era muy amistoso», lo que se debía a que era una mascota. Resultó que el zorro, de nombre Akela, tenía una familia con la que vivía desde hace casi un año. «¡Estamos agradecidos de que estuviera a salvo y vivo!», dijo la dueña del picaro can, Veronica Amenrud.
«El zorro estaba súper emocionado de ver a su familia», afirmó Mikayla Raines, la dueña de la organización protectora de esta especie “Save a Fox”, a la que permaneció Akela hasta que sus dueños lo recogieron el 19 de abril. «Los zorros realmente se encariñan con sus amos», añadió.
Según Amenrud, Akela, a quien le encanta mirar por la ventanilla del automóvil, disfrutó del viaje a casa y ahora está bien.
