Por: Martín González

Foto: @MedioAmbienteSV

La poca circulación de personas y vehículos durante la cuarentena domiciliar por la pandemia del coronavirus ha provocado que algunas especies silvestres deambulen en zona urbanas. 

En días recientes, un venado cola blanca y su cría fueron captados en video recorriendo una carretera en Santa Tecla, uno más fue visto de paseo en una residencial y una masacuata en un parqueo de San Jacinto, en San Salvador.

Esta semana, la clínica del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) recibió dos ardillas, una culebra, dos gatos zontos y alrededor de 15 zarigüeyas conocidas como tacuacines, de estos últimos, algunas procedían de San Jacinto y otras de la zona de la Zacamil, en Mejicanos.

Una de ellas llevaba sobre su lomo ocho crías, como es común en su especie. Todos recibirán atención veterinaria y serán puestos en libertad muy pronto, informó el MARN.

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Así como en El Salvador, en diversas partes del mundo ha ocurrido este fenómeno. Algunas especies están aprovechando el silencio, poco común en las calles, para moverse por espacios que ahora propician un hábitat “tranquilo” para ellas.

Los animales silvestres son por naturaleza curiosos y quieren explorar esos nuevos territorios a los cuales no tienen acceso por la presencia de los humanos, que representan su mayor amenaza tanto  por la cacería, la tenencia y el consumo.

Es por ello que el MARN recomienda que si un animal silvestre aparece cerca de casa, es mejor mantener la distancia, no intentar alimentarlo, tocarlo o capturarlo y llamar de inmediato a las autoridades.

El conocimiento, la sensibilización y las buenas prácticas ambientales son claves para poder convivir sin hacer daño a la fauna silvestre.

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San Salvador, El Salvador

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